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Proyecto

Aproximación al desarrollo infantil en Argentina desde la perspectiva del cuidado cariñoso

La alimentación en la Argentina. CAPA I: Disponibilidad de alimentos y nutrientes a nivel país y CAPA II: Consumo aparente de alimentos y nutrientes a nivel hogar. 

El proyecto fue realizado entre 2020 y 2021. Fue llevado a cabo por miembros del equipo de CESNI (Alicia Rovirosa y María Elisa Zapata). 

El análisis tuvo como objetivo evaluar la alimentación de los argentinos a nivel poblacional, en la primera capa a nivel país, a partir de la disponibilidad de alimentos, energía y nutrientes en la Argentina entre 1961 y 2018 y en la segunda capa, a nivel hogar, a partir del análisis del consumo aparente a partir de los datos obtenidos por las Encuestas de Gastos de los Hogares realizadas en la Argentina en 1985-86, 1996-97, 2004-05, 2012-13 y 2017-18. 

Sobre el proceso de investigación 

El estudio de la alimentación a nivel poblacional puede pensarse en analogía con una imagen satelital, en la que es posible observar un espacio o superficie en distintas capas, y cada una de ellas permite una aproximación más detallada (ver ilustración). En el caso de la alimentación poblacional, una primera capa estaría representada por el estudio de la información de la disponibilidad de alimentos a nivel país, utilizando los datos de las Hojas de Balance de Alimentos. Para la Argentina esta información está disponible desde 1961 hasta 2018. Luego se pasaría a una segunda capa, que permite una mayor aproximación al fenómeno, y estaría representado por el estudio del consumo aparente de alimentos y bebidas a nivel hogar, y la ingesta aparente de energía y nutrientes, a partir de la información relevada sobre la compra de alimentos en los hogares. En la Argentina, la información puede ser obtenida de la Encuesta de Gastos de Hogares realizada en 5 oportunidades entre 1985 y 2018, que permite conocer las diferencias de la alimentación según las características sociodemográficas de los hogares y en diferentes regiones de la Argentina.  

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Resultados

La información de las Hojas de Balance de Alimentos, demuestran que la disponibilidad de energía en la Argentina es una de las más altas en comparación con otras regiones y una cifra por encima de la media mundial, con una disponibilidad de grasas y proteínas predominantemente de origen animal. En relación a la proporción de la energía, la mitad es aportada por cereales y carne.  Los datos muestran que la disponibilidad de frutas y hortalizas apenas ha alcanzado en algunos periodos a la recomendación mínima de la Organización Mundial de la Salud (400 g/d), escasa cantidad de legumbres, poca variedad en los cereales (centralizado en el trigo) y fluctuaciones en la disponibilidad de leche, distantes de las recomendaciones de las guías alimentarias. Se evidencia además, alta y sostenida disponibilidad de carnes (especialmente vacuna y ave), aumento en la disponibilidad de aceite de soja y disminución de manteca, y aumento en la disponibilidad de azúcares a lo largo del tiempo. Al comparar la Argentina con el Mundo y América se evidencia que hay tendencias que son globales, como el aumento en la disponibilidad de energía proveniente de aceites, cereales, azúcares y dulces y la disminución de legumbres y tubérculos; mientras que otras son propias del país como por ejemplo la reducción en la disponibilidad de hortalizas y frutas.  

Los resultados de la CAPA II, permiten evidenciar los cambios en la alimentación de los argentinos, con similares tendencias en las distintas regiones del país, pero de diferente magnitud, y con diferencias notables entre los hogares de bajos y altos  

ingresos. La comparación con las Guías Alimentarias demuestra importantes diferencias entre lo recomendado y la alimentación argentina, tanto desde lo cuantitativo como desde lo cualitativo, con mayor desbalance en los grupos de mayor vulnerabilidad. Se observa una tendencia al aumento de la participación de los productos ultraprocesados, especialmente en los grupos de menores ingresos y más acentuado en algunas regiones del país.  

Conclusiones

Conocer el nivel y la magnitud de los cambios en los patrones de consumo de alimentos es esencial para evaluar las políticas implementadas, diseñar nuevas políticas públicas y re direccionar las existentes, orientar la producción, disponibilidad y acceso a los alimentos, planificar campañas educativas, y repensar el sistema alimentario dado que incide directamente en la seguridad alimentaria nutricional, la malnutrición, el estado de salud y el bienestar de la población, especialmente en los grupos más vulnerados. 

 

Los patrones de suministro y consumo de alimentos se consideran un punto de partida para hacer proyecciones y estimaciones de las dietas de la población y para identificar dónde se requieren acciones e investigación adicional. Conocer los cambios en la disponibilidad y el consumo de alimentos y bebidas a lo largo del tiempo es esencial para diseñar y redireccionar las políticas públicas, planificar campañas educativas y orientar la producción y disponibilidad de alimentos, con el propósito de mejorar la alimentación de la población, sobre todo desde la infancia donde se consolidan los hábitos alimentarios y del estilo de vida.

Links de interés

La versión digital de ambos documentos está disponible para su descarga en la biblioteca de CESNI:

https://cesni-biblioteca.org/archivos/La-alimentacion-en-la-Argentina.pdf y

https://cesni-biblioteca.org/la-alimentacion-en-la-argentina-capa2/ 

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